Vale un recuerdo eterno,
es una suave brisa
que acaricia tu alma en pleno.
La sonrisa de un niño
...Y la de un anciano?
¡Madre mía, es regalo del cielo!
Hay sonrisas esperadas
durante años...:
dormidas, calladas,
soñadas, aletargadas,
entristecidas...
El encuentro nuevamente
de una familia ¿rota?
Eso no tiene precio.
Es como una ola.
Una sensación inmensa
tan bella que te transforma.